Ignoro lo que puede estar sucediendo en Hamburgo,hace tiempo que no vivo ahí.,sin embargo no dejan de reclamarme, me piden que opine, que hable, que escriba algun articulo interesante. Pero hace mucho que no tengo nada que decir, como si los ratones me hubiesen comido la lengua pero ellos no me entienden.¿A quien le puede importar la soledad de un viejo como yo? me pregunto. Supongo que me escriben y se comunican conmigo porque saben que aun tengo presente algunas convicciones que me quedaron de cuando era joven.Pero es un poco peligroso que las nombre, lo unico que podria causar nombrandolas es que me vuelvan a identificar.Y tenga que abandonar nuevamente otra casa. Aunque pensandolo ya no soy un peligro como cuando era joven y tenia la excitacion de la revolucion en mis manos.
Ya han pasado muchos años, ahora soy un viejo al que nadie ve, ni siquiera de reojo, ni mi perfil cansado, ni mi nariz punteaguda que de a poco deja de respirar.
Lo único que puedo decir es que se, y lo digo con mucha humildad, es que se lo que pasa por la cabeza del pequeño Beltor, desde hace tiempo que no es el mismo, opino, y digo con paciencia, que ni siquiera el se ha dado cuenta de esecambio.A veces siento,mirandolo, como mis espejos vuelven a nadar, como mi espiritu se erotisa y mi mente se despierta.
Su cabeza es como un pequeño ferrocarril, que va mil por hora, a mil besos,a mil intensidades,
como la linea "b" del subte.Próxima parada: amor, primavera, quizas, sol, piensa el pequeño Beltor, que debe tener unos 25años. Y sigue pensando en: tu Boca, tus ojos de cielo, de mar. Y sigue aun pensado, en que le encanta morderte el cuello como una real serpiente.
Lo único que puedo opinar desde aca camaradas ,es que el pequeño ferrocarril, es decir , el pequeño Beltor, va a dar su vida por el amor.
Lucia Ríos/ Monilú/ cabeza de elefante
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